Distintas Etapas y Estadios por los que Atraviesa el Hombre
Allah creó al hombre y dispuso que deba atravesar por etapas, estadios, lugares, y situaciones diferentes para recién llegar a la vida eterna, ya sea en el Paraíso o en el Infierno.
1- La vida Intrauterina: Ésta es la primera etapa que atraviesa el hombre y su primera morada. Permanece allí generalmente nueve meses, algunos un poco más y otros un poco menos. Durante esta etapa de oscuridad total, Allah con Su poder, sabiduría y conocimiento le provee el alimento necesario y el medio más propicio para su estadía allí. Durante esta etapa, el ser humano no tiene responsabilidades ni obligaciones. Su gestación en el útero materno sirve para que se forme completamente su constitución orgánica y pueda salir a la vida.
2- La vida mundanal: Esta etapa es más amplia que la anterior y el período de permanencia en ella es generalmente mayor. Allah dispuso en este mundo todo lo que el hombre necesita para sobrevivir y le concedió la razón, el oído y la vista. Le envió Mensajeros, a quienes reveló Sus Libros para que le trasmitan el Mensaje .Le ordenó acatar Sus órdenes y le prohibió la desobediencia. Prometió premiarlo con el Paraíso o castigarlo con el Infierno según sus obras. Durante esta vida, el hombre puede perfeccionar su fe en Allah y aprovisionarse de obras de bien que le permitan ingresar al Paraíso y con las que pueda enfrentar la etapa siguiente.
3- La vida en la tumba: Ésta es la primera de las moradas pertenecientes a la vida del más allá. El hombre permanece allí hasta que mueran todos los seres humanos y llegue el Día del Juicio. El tiempo de permanencia en la tumba es mayor que el de la vida mundanal. El placer y el sufrimiento son más acentuados que los de esta vida y dependen de las obras realizadas. La tumba puede ser uno de los jardines del Paraíso pero también uno de los abismos del Infierno. Allí comienza la recompensa o el castigo de las obras, para luego morar eternamente en el Paraíso o el Infierno.
4- La otra vida: Ésta es la morada eterna en la cual los creyentes podrán satisfacer todos sus deseos y disfrutar de las delicias que hay en ella. Allah premiará el Día de la Resurrección con lo que ningún ojo vio, ningún oído oyó y ninguna mente imaginó jamás a quien haya obrado en la vida mundanal para complacerle, perfeccionando su fe, sus conductas y obras. En cambio, quien se presente el Día del Juicio sin fe y sin obras piadosas será castigado con el Infierno, donde morará eternamente.
El creyente perspicaz es aquel que va aprovisionándose en cada una de estas etapas con obras que lo conduzcan al Paraíso.
Jurisprudencia islámica Tomo II
Relaciones Jurídicas
Muhammad Ibn Ibrahim Al-Tuwaijri
Págs 332,333
