viernes, 15 de julio de 2016

La Invitación a Adorar a Allah





La humanidad necesita la religión como el cuerpo al alma; pues así como el cuerpo se corrompe cuando pierde el alma, la humanidad lo hace cuando pierde la fe.

Allah ha enviado Mensajeros , por misericordia hacia Sus siervos, y a quienes les ha revelado Sus Libros para que hablen a los hombres acerca de su Señor, Creador y Sustentador, les enseñen cómo complacerle, los inviten a adorarle sin asociarle copartícipes alguno y les trasmitan la recompensa que Él tiene reservada para quienes Le obedezcan y el castigo que le aguarda a los desobedientes. 

Allah dice: {Algunos de ellos fueron guiados por Allah, y a otros se les decretó el extravío...} (16:36)

Cada vez que la humanidad perdió la fe y cayó en la  idolatría, Allah envió a un Mensajero que les exhortó a adorarle y creer sólo en Él. Así se sucedieron numerosos Mensajeros que eran enviados a distintos pueblos, siendo el sello de la cadena de Profetas, un Mensajero enviado a toda la humanidad; Muhammad.

Allah escogió a Muhammad, la paz y bendiciones de Allah sean con él, como Mensajero y lo envió a toda la humanidad con la guía y la religión verdadera. Él transmitió el Mensaje que le fue encomendado, cumplió fielmente con su misión, enseño el camino del bien a la humanidad, se esforzó por hacer llegar el Mensaje de Allah y dejó a su nación en el camino correcto, del que no se desvía sino el extraviado.

Muhammad, la paz y bendiciones de Allah sean con él, fue el último de los Profetas y Mensajeros y el más noble. Su nación es la última de las naciones y la más noble; y por ello la honró con la misión de los Profetas y Mensajeros. 

Muhammad, la paz y bendiciones de Allah sean con él, comenzó con la difusión del Islam en la península arábiga y su tarea duró veintitrés años. Su mensaje llegó a todos sus contemporáneos; primero comenzó exhortando a su familia, luego al resto de sus parientes, después a los integrantes de su tribu, luego a los habitantes de La Meca y sus alrededores, después al resto de los árabes y finalmente a toda la humanidad.


Siempre evocó que fue enviado como una misericordia para todos los seres humanos, los cuales entraron en tropeles en la religión de Allah.

1- Allah dice: {Y no te enviamos [¡Oh Muhammad!] sino como albriciador y amonestador para todos los hombres. Pero la mayoría lo ignora.} (34:28)

2- Y dice: {Y no te enviamos [¡Oh Muhammad!] sino como misericordia para los mundos.} (21:107)



Jurisprudencia islámica Tomo II
Relaciones Jurídicas
Muhammad Ibn Ibrahim Al-Tuwaijri 
Págs 340,341,342

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